7 diciembre 2020, 01:30 | BYHelp-Mediagroup
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Tras las elecciones presidenciales del 9 agosto la violencia en Belarús se convierte en algo habitual. A partir de entonces en la cárciel acabaron más de 30.000 personas personas totalmente inocentes, incluyendo a los deportistas.
Miles sufrieron presión psicológica, cientos perdieron sus trabajos, muchos fueron arrestados, golpeados y torturados. Estas son sus historias.
Kanstantsín Paliéi: Rotestando contra la situación, en la prisión declaré una huelga de hambre.
Iván Ganin: Me arrestaron, me golpearon y me metieron en la cárcel porque estoy en contra de la violencia. Éramos seis en un pequeño calabozo.
Aliaksandra Sítnikava: Nos privaron de lo mínimo: no había ni agua caliente, ni calefacción. Todos estamos ahora con el coronavirus.
Maryia Shakura: Por la noche nos hacían dormir en unas celosías metálicas, y con una luz deslumbrante.
Yaugién Viarouka: No nos permitían ducharnos, utilizar un váter normal ni respirar aire puro.
Andréi Kráuchanka: Nos privaron de nuestros derechos básicos, a algunos de nosotros nos eliminaron de la preparación a los Juegos Olímpicos. Y todo porque queremos que pare la violencia.
¡Somos atletas que juegan limpio!
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